Siéntete un Chilpe

Normalmente cuando tengo que despertar un día común y silvestre, de esos donde igual sé que terminaré llegando atrasada, ocupo el mecanismo universal alarma del celular, sin embargo, cuando me enfrento a esos días donde no se me perdona ni con penitencia no llegar a la hora, además de  la alarma con ese ringtone que terminas odiando de por vida, programo el televisor en volumen 30 para que se prenda y me despierte. El tema es que la semana pasada cuando me tocó enfrentarme a uno de estos días, programé el televisor y de ahí es donde nace este bello escrito mal llamado, con toda confianza: SIÉNTETE UN CHILPE.

Me imagino que para un hombre debe ser agradable programar el televisor y que lo primero que vean sus ojos por la mañana cuando se encienda sea una mujerona de belleza exótica con dos metros de pierna y bien suelta de cuerpo (la misma que desearía haber tenido acostada a su lado). Para el caso inverso, de nosotras las mujeres, y el mío personal, no fue muy simpático abrir los ojos y encontrarme con Beyoncé en mi pantalla, mientras yo desde mi lecho vestía un piyama muy poco sexy, lucía mi cabellera mañanera aleonada y tenía la cara pegoteada con mi almohada. Sin dudas que ver a todas esas Beyoncés que aparecían en Countdown fue perder mil veces la dignidad de mujer, sabiendo que ni aunque me diera mil duchas y me echara encima toda la línea de cosméticos tenía siquiera la posibilidad de darle una patadita a la tal Beyoncé, que se ha esmerado el último tiempo en hacernos sentir un chilpe, y cuando digo un chilpe, me refiero que por la chita que está fuera de serie, Beyoncé ha llegado al nivel de arreglarse el calzón cuneteado en un videoclip, y NI ESO se le ve cuma, y por eso cada vez que la veo me siento como una pelusa de esos  bodys apretados que acostumbra a usar o como dijo una amiga por ahí, me hace sentir menos que una de sus piernas, porque sí, convengamos en que medimos bastante menos que las piernas de Beyoncé.

Debo confesar que después de este “despertar” pocas ganas me dieron de salir de la cama, creo que la humillación ya no  puede ser más, no podemos seguir viviendo en un mundo donde tipas como Beyoncé, Katy Perry o Rihanna gobiernen bajo la etiqueta de la perfección femenina, no es justo que la naturaleza haya sido tan culiá como para volcar todos los atributos habidos y por haber en tan poquitas almas. Exijo una explicación. 


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