Todos los días
Qué pena siente el
alma
Cuando la suerte impía
Se opone a los deseos
Que anhela el corazón
Nadie me avisó que venía el monzón, el monzón que se llevó mi corazón
y me tiene aquí dentro de un caparazón donde una función de cine pasa una y
otra vez las mismas imágenes.
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